#HistoriasCortasTCE No.26: “Intercambio-Parte 3”.

#HistoriasCortasTCE No.26: “Intercambio-Parte 3”.

Viene de: HistoriasCortasTCE No. 26: “Intercambio-Parte 2”.

    El helicóptero aterrizó en la pista cercana a LA CASONA.  Un carro estaba esperando por la reportera para hacerla llegar hasta la hacienda.  Durante el corto trayecto, Laura no dejaba de quejarse sobre la actitud de César Rosales De la Vega.  Ya a la puerta de la hermosa hacienda del pueblo minero, una mujer le da la bienvenida a Laura.  Con la peculiar y cálida sonrisa de la negra Simona, la enfadada periodista es recibida.  Una pequeña niña que estaba a la entrada de la casa, sale corriendo al ver a Laura.

-Simona: Buenos días, pase adelante por favor.  Está en su casa.

-Laura: En mi casa, no, señora.  En la casa de la basura de César Rosales, porque sólo una basura cree que puede darle órdenes a uno, como si fuera yo su sirvienta, qué tal.

-Simona: Entre, por favor, ¿desea tomar algo?

-Laura: Lo que me gustaría es que llame a su jefe, ya estoy tarde para llegar a mi trabajo, así que no tengo tiempo que perder.

-Simona: César tuvo que ir a la mina para revisar un contratiempo que se presentó.  Me pidió que si llegara la atendiera y le explicara la situación.  Estas cosas siempre pasan aquí en la mina, es normal, no creo que demore más de una hora allá.

-Laura: ¡Una hora!

-Simona: Sí, César tiene a alguien allá supervisando, no creo que se demore más tiempo del que le dije, quédese tranquila.  Pase para que le sirva el desayuno

   En tono entremezclado entre la sorpresa y el desprecio, Laura responde:

-Laura: ¿Desayuno?  

     Laura en su pensamiento expresa sus sentimientos contra César.

-Laura: Y quien le dijo a él que estoy hambrienta.  ¡Realmente, César Rosales De la Vega, es de lo peor!

   Laura le responde a Simona ante el desayuno ofrecido.

-Laura: No se moleste, yo ya tomé el mío en mi casa.

-Simona: ¿Ni tan siquiera un jugo se va a tomar?

  Aunque Laura no sólo se moría de sed, sino de hambre, no aceptó nada.

-Laura: NI siquiera eso.  Lo que necesito es que me lleven a la mina donde “César” se encuentra.

-Simona: Va a estar difícil, señorita, es bien peligroso andar por allá sin conocer la mina.  No creo que la dejen llegar donde el joven César porque están trabajando en el escalonamiento de la ladera, para encontrar esmeraldas y cuando hacen eso, limpian la superficie y no se puede estar andando así como así.

-Laura: Alguna forma habrá para llegar por lo menos a las inmediaciones, yo no puedo esperar más tiempo.

-Simona: Veré que puedo hacer, mientras siéntese, está en su casa.  Le voy a traer un cafecito.

-Laura: Mi casa.....¡Cómo no!

    Laura se sentía realmente molesta en aquella lujosa hacienda.

Melissa G.

Continúa en la siguiente #HistoriasCortasTCE No.26-Parte 4......

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